***CONFESIÓN***

Me encantan esas cosas tuyas que me devuelven en versos lo sublime de la vida
y el aroma que desprenden tus rizos suspendidos en el vacío.
Me encantan las sonrisas que emergen perpetuamente de tu labios
y me condenan a sonreír contigo.
Me encanta tu voz, porque a lo lejos, me recuerda un susurro olvidado
que hablaba de tiempos de paz y de anaranjados arreboles que hoy se hacen realidad entre mis manos congeladas en un abrazo.
Me encanta tu vida, porque me pierdo en ella, y juego a contemplarte,
a mecerte en mis sueños y a enloquecerme ante la perfección de tu aliento.
Me encantan las palabras que te robo, la melancolía exporádica y
el vuelo de tus manos que sin tocarme me despiertan de los sueños más profundos.
Me encantan esas cosas tuyas que no he encontrado en nadie,
las canciones que terminaron en tu oído y que sólo él escuchará.
Me encantan las mañanas en que me despierto y saltas por la ventana
a la que le puse tu nombre y llenas los espacios de sentido, y vuelas inconsiente
sobre mis deseos, y estás ahí sólo para calmar mis ganas de verte.
Me encantan los delirios que brotan en mí cuando te pienso
y me encanta también imaginarte respirando los momentos que no estás conmigo.
Me encanta el sabor de tus mejillas y la profundidad de la que me hablan tus
ojos cuando me siento con ellos en las tardes calurosas a derretir un helado con los labios.
Me encanta discutir con tu nariz los problemas de la patria,
o contarle a tus dedos la insolencia de cualquier pandemia que perturbe nuestros días.
Me encanta ver como tus pies le quitan la melancolía a mis ojos
y como enjuagas tu cara con gotas de serenidad esperando a que alguna me moje a mí también.
Me encanta esperarte, porque sé que llegarás, porque tu vida en mi vida es un acierto y
porque el tiempo es sólo el pálido reflejo de un requisito indispensable que borraste de mi lista.
Me encanta que existas porque no podría pedirle más a la vida y
me encanta que eso me encante, porque entonces mi vida seguirá siéndolo mientras estés.

3 Voces:

Anónimo dijo...

De mas Lina!

Habia tiempo que no entraba en su blog y creo qye vos tambien! jajaja

Besos amiga!
Helder

Anónimo dijo...

-El amor que envuelve todo en un velo de belleza, de sensaciones sublimes -respiró profundo, como si meditara, y agregó.

Es más la sublimidad del amor que la belleza del sublimado...

Así rememoraba anónimo épocas en las cuales no estaba cegado también por aquel velo.

Anónimo dijo...

Demasiado viceral...