*** OTRA PARA TANTOS***

Ojalá la maldad irresistible de tus labios,
burlara ágilmente las cadenas que hoy atan a los míos.

***C de Camilo E***

Te me presentaste bajo una tímida sonrisa.
Mi afán incansable de añorar te encontró
y revivió el efímero suspiro que quedaba
de aquellos días de sueños imposibles.

La vida nacío de nuevo,
la sentí latente y fuerte en mi ser,
la llaga estaba abierta para el dolor,
nunca me importarán las consecuencias.

Mi mentalidad inquieta quiere engañarme,
pero ya no me asusta,
he estado aferrada a miles de ilusiones vanas,
y por qué no ahora, otra de tantas.

No sé si estarás ahí o no,
me conformo con saber que no te miento,
que no espero nada, pero lo puedo dar todo,
y sólo soy fiel a mis sentimientos.

***UTOPÍA***

Mientes tan bien;
Embrujando mis sentidos.
Me crees de hiel,
Me tomas sin sed.

El ausente susurro que murmuras,
Se lleva lentamente mi quimera.
Tu piel pánfila de muerte,
me dice que juegas a niño,
a esconderte entre mis manos,
a perderte en mi infinita humanidad.

Supieras tú de dolor,
sabrías de amar,
de aprender a esperar,
de saber cuándo callar.

Cuánto daría mi ingrata pasión,
por devolver la crueldad de tus labios.
Terminar con la necia farsa que un día sembré,
sacar fácilmente de mi alma las cenizas del ayer.

ABRIL 30 DEL AÑO EN CURSO...

Una tarde como cualquier otra y después de una agotadora jornada de estudio, emprendí mi camino rumbo al Paraninfo de la Universidad de Antioquia, a unas doce cuadras de mi colegio. Tomé la carrera Girardot y comencé mi recorrido viendo como pasaban ante mi un sinnúmero de personas de todas las edades y clases sociales, desde desplazados, hasta algunos aristócratas que portaban maletín y caminaban por aquella carrera como si fuera una alfombra roja. Un poco fatigada por la extensión del camino, logré llegar por fin a mi destino. Era ya la 1 :45 pm y al entrar al recinto mostrando mis pertenencias a un vigilante, hallé una cara conocida; la de Carmen, inmediatamente comenzamos a discutir acerca del estudio, un tema sobre el cual estamos muy bien informadas. En medio de la plática Carmen propuso un recorrido por la Plazuela de San Ignacio para ver y comprar algunos de los productos de los mercaderes. Luego de un lapso de tiempo en aquella plazuela donde había un gran grupo de personas, algunas conocidas y otras no, entramos por segunda vez al Paraninfo del Alma Mater ahora ya más acompañadas por algunos de nuestros amigos, o por otros apenas conocidos como Alejandro.
Ya reunidos todos, nos dirigimos a un aula relativamente grande, en donde algunos tuvimos que sentarnos en el frío suelo a escuchar la explicación ( un poco textual) sobre el funcionamiento de la emisora de aquel lugar, que de seguro en ese momento y en otras partes de la ciudad, podrían escuchar muchas personas.
Luego de la explicación, nos dividimos en dos grandes grupos para facilitar así, la entrada a las aulas. Nos llevaron entonces a una pequeña habitación llena de equipos en donde, a través de un vidrio grande, se podía observar una cabina, con unos cuantos micrófonos... después de haber oído todo lo que nos dijo un señor de aspecto picaresco cuyo nombre no recuerdo, salimos del lugar para ir a otro algo similar al anterior, pero con funciones diferentes. Allí algunos compañeros, que si los había visto; no los conocía, entraron en la cabina y hablaron lo que primero les pasaba por la mente, respondiendo en ocasiones las preguntas del señor mencionado anteriormente. En el lugar se hicieron algunas pruebas de sonido y se aplicaron variantes a éstos últimos.
Fuera ya de la última sala, caminamos un poco para esperar sentados (por segunda vez en el suelo) al grupo de compañeros del cual habíamos sido separados en un comienzo y allí recibimos instrucciones de los talleristas acerca de lo que haríamos un momento más tarde.
Decidimos todos dar un Tour por el Paraninfo para entender el por qué de su existencia. Estuvimos guiados por una mujer, que para ser muy sincera, nos dio una extensa charla, de la cual sí aprendimos, pero salimos casi dormidos. Con una caminata por cada aula representativa del Paraninfo, viendo retratos y esculturas, así como otros elementos característicos de cada personaje vinculados con el desarrollo del Alma Mater, terminamos el recorrido algo cansados, pero satisfechos de haber aprendido algo nuevo.
Me despedí formalmente de mis amigos y después de ése largo día, tomé "La Ruta de la Salud" para dirigirme a mi casa, lo extraño es que aún con sueño, al llegar allí no dormiría sino que trabajaría en otras actividades.

-----------------------
Presna Escuela 2004

LOS 5 PRIMEROS MINUTOS DEL 2 DE JUNIO EN LA MAÑANA

Cuando por fin despertó después de tanta horas, sintió de nuevo su cuerpo, pero algo en él no funcionaba bien. A pesar de la crisis eufórica que había sufrido el día anterior, ahora Lina sólo se preocupaba por aquel extraño dolor que le oprimía en repetidas ocasiones su mano.

Sin pensarlo dos veces y después de haber oído el despertador, se levantó de la cama; que para ella no representaba comodidad y mucho menos descanso. Como siempre no reparó en tender las sábanas, porque no veía la necesidad de mejorar el aspecto del lugar en donde se encontraba hacía ya un par de meses.

Comenzó a caminar por el frió suelo de aquella casa, tambaleándose y un poco aturdida por la idea de volver al colegio, aunque para ella representaba casi un segundo hogar, sólo se le hacía interesante porque hoy tendría muchas cosas que compartir con sus amigas, tal vez entre ellas estaría la felicidad que había experimentado la tarde anterior,
Por un lapso de tiempo había olvidado el dolor que atormentaba su mano derecha, particularmente en el "Dedo del Corazón", pero una fuerte punzada le hizo recordarlo. Pasó por la cocina y como siempre en aquel lugar y a la misma hora, yacía su abuela, preparando con mucho empeño lo que seguramente Lina disfrutaría a la hora del almuerzo.
Encontró sentada en una silla del comedor a su madre a quien comentó de manera abreviada su dolor: "Como todos los días me saludó, casi sin ganas de hacerlo, por su cara podía suponer que algo extraño le estaba ocurriendo. Se había levantado de la cama muy rápido, cosa que en ella era inusual, porque por lo general hay que traer a una de las bandas que tocan en Semana Santa para despertarla. Me mostró el dedo y me dijo con voz suave que le dolía, a lo cual no respondí nada".
Sin embargo, el dolor que Lina sentía no llenó a fondo su cabeza, tenía muchas cosas en que pensar; bañarse, vestirse, empacar maleta, salir pronto de la casa, para que Don Elkin no se cansara de esperarla y sobre todo tratar de no olvidar ninguno de los ingredientes para hacer la esperada gomina, en clase de Química.


---------------------
Prensa Escuela 2004

***

Ahora sé que nunca fue,
que nunca lo será.
El viento derribó el castillo;
¿ Tan frágil fue mi ilusión?.

Mueres a diario,
veo tu mirada alegre en la lejanía,
estás fuera de mí,
nunca has estado;
tan sólo fue un anhelo
cosechado entre buitres,
entre cadenas infames
que te ataron a otra vida,
que me atan al dolor de no tenerte.