***DEPENDENCIA***

El fuego de una atmósfera inteligente
se precipita sobre el murmullo clandestino.
El ruido aturdidor no llega a tocarte, no te perturba.
Los gritos se pierden de insistencia y deciden morir en un suspiro.
No te toca, no te perturba.
Es una llamada anónima al olvido recurrente,
y alguien al otro lado del teléfono deja colgando
la bocina negra, imperceptible.
Trampas.
El tiempo de la iluminación ha llegado a los corazones incrédulos
y tal vez sea el momento de alzarse en armas para no perder.
Tengo mi arma cosechada en la penumbra de un amor impaciente,
sarcástico, inentendible, mediocre y pálido.
Te persigo 35 leguas, 12 kilómetros, y no alcanzo a verte...
la espesura de tu territorio te sirve de refugio...
si cazo es porque necesito encontrar,
si huyes es porque tienes algo que esconder.