*** LA CONDENA***

Llegó la hora, ¿Sabías?
Se acabó tu tiempo,
el tiempo que te dí.
Huyeron los ruegos,
murieron el día que los ignoraste,
se perdieron en un bosque sombrío,
pero hoy vienen a vengarse.
Serán las doce, las tres, las seis,
verás las horas pasar
y al tiempo eternizarse,
estarás solo, más sólo que hoy.
Mis deseos infames querrán asesinarte,
ya no hay nada que los detenga,
ni yo misma deseo controlarlos,
es sólo una pequeña parte de lo que mereces.
Mi tristeza será limpiada
con sangre que provenga de tus venas.
Se irá tu sangre dejándote vacío:
y verte de rodillas ante mí
recordará esa misma sensación que sentí.
Ya no habrá dolor en mi alma,
tus penas serán mis alegrías,
tu dolor me llenará de complacencias,
será el día de tu sentencia negra,
el día que he esperado con impaciencia,
aquél en el que cobraré una a una
las cuentas que le debes a mi amor.

*** NO TENGO MOTIVOS***

En noches de amargura mis lágrimas acuden a ti,
me despojo de mis penas, de mis sarcasmos,
me rindo doblegada a tus pies, a tu grandeza.
¿Qué le pides a mi corazón por tenerte?.

***

¿ Quieres mi sombra?. Puedo dártela,
aquella oscura y melancólica sombra
que me trae tu nombre en sueños,
que me mortifica con mencionar tu ausencia,
que me recuerda lo lejos.
Inútil sombra, si no andaras sola,
si de tu mano fuera la de mi forastero.

***

Podría darte mi voz, mil suspiros,
vivir sin vivir, aún con tu silencio.
Llévate un murmullo que te dejé en el viento.
Toma la noche, que ya no la quiero,
para qué desearla, contigo tan lejos.

***

Aunque tú me lo preguntas,
aunque yo ni me lo creo,
no encuentro los motivos,
no entiendo al pensamiento
que me dice que te dé mi corazón
a pesar de ser lo único que tengo.
Pero si la vida es justa,
y lo tuyo será nuestro,
te juro con certeza a ciegas
que mi amor por ti perdurará en el tiempo.
Tendré más de un día para cubrirte con mi sombra,
llenarte de mi voz y de mi aliento,
vivir en la noche que ya es tuya,
y soñar a diario regalándote un beso.

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J.S.

*** EL TERCERO PARA VOS***

Son sortilegios las horas que te pienso.
Mi voz enmudecida intenta conmunicarse contigo,
pero no hay respuesta, sólo ausencia.
Es probable que algún juego nuevo te espere.

Me lastimo. ¿ Es posible? ? Cómo puedo?.
El dolor es la encarnación viva del amor.
Te pienso entre lágrinas, entre deseos.
Quiero pertenecerte, ser parte de tus pensamientos.

Cómo duele tanto esta fuerza de amor que quiere salir,
si la resignación ya estaba preparada, era el camino escogido.
Si estaba harta de quererte sola, de soportar tu dejadéz,
tus actitudes tibias, inertes, solitarias, inconformes.

Vuelan las palabras; brotan de mi mente en forma de poemas,
surge en mí la necesidad de tenerte, ese karma obsesivo que me enferma,
que me hace entender lo inconcebible, mortificarme con tu hastío.
Amo odiarte, deseo perderte. !Cuánta ironía, si ni siquiera te tengo!.


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La continuación de una historia que nunca fue...