***SUSPIRO***

Un depilador arranca poco a poco cada poro de mi ser, hasta dejarme limpia, sana, inerte.
Es un ciclo infinito que no se sacia... y sigo pensando en la importancia de respirar.
Existen acordes que no conozco y que suenan igual a lo que quisiera decir.
Pasa una corriente veloz por cada uno de los poros... y contengo el aire.
Eso que llaman escalofrío vuelve una y otra vez, atorándose en el nudo de mi garganta.
(Un día hablando de nudos, supe que mi vida era un simple hilo, en el que he sabido bordar infinitos de ellos, reventándolos, haciendo cada vez más corta la hebra... sólo sola viviendo.)
Le hablo al silencio y contengo la necesidad.
Dieron siete golpes en el mismo instante. Era una época en la que incoherencias surgian de mi boca como las palabras que hoy me trago. Respondí al llamado, un poco tarde, y la ventana estaba cerrada. Un vidrio roto. Imaginarlo... Era como estar ahí, parada frente al mundo con un dulce en la mano para ofrecer y no tener una mano que lo recibiera... o tal vez tantas, que nunca supe bien a cuál darlo... cuál vida era tan amarga... cuál vida era más amarga que la mía, que incluso mi amargo podría parecerle dulce.
La muñeca que más quise hoy está sucia y no tiene ropa... hace parte de un montón de cosas que olvidé... hasta hoy.... y contengo la respiración.
Canto, porque quiero, porque tal vez cantando lloro un poco, e intento no respirar... porque al exhalar siento que se van las migajas de mí que he guardado en este cuerpo... esta máscara de suspiros y sonrisas.
Si vivir mata ( como dijo un amigo), suspirar es el veneno que se encarga de culminar la labor.

*** CULMINO ***

Una, dos, tres, cuatro gotas
son absorbidas...
Limpieza del alma y sangre.
Sangran encías como cabellos enredados
y lloran sin lágrimas los pobres.
Olor, muerte, vicio.
Calles de pies rápidos, lluvia,
una, dos, tres, cuatro gotas
caen, mojan, tiñen, dan vida.
Te respiro, te toco, te palpo.
He de alejarme.
Violeta, negro, luto del ser.
Caricia, uñas, vientre.
Bailan los duendes de lo imposible.
Cerramos ojos, manos, piernas, cuerpo, mente.
Una, dos, tres, cuatro gotas
tuyas en mí, mías en ti.
Complemento ácido, implacable.
Armas asesinas.
Esperanza Escondida.
Indumentaria implacable.
Ocasos olvidados.
Última unión.
Es sólo un juego de niños.

Abro una puerta, para nunca cerrarla.
Abro una puerta y me quedo de pie.
Abro una puerta y caigo rendida de condena.
Sensaciones primíparas y prohibidas,
¿tienes algo que decirle a mis sueños?

Condenadas las letras que tus ojos nunca verán.