***


Estás ahí embriagándote en los sueños muertos, que ante la constante negativa, se fueron transformando en deseo. Lástima para ti, que no por tu necedad y radicalismo el tiempo se detiene.

¿ Cómo hacértelo entender?

El rumbo cambia, las esperanzas se agotan y lo que queda tiene tan poca importancia, que no vale la pena recordarlo.

¿ Otro poema?

No, no lo es. Aunque como todos, si así lo ves, problema tuyo será sentirte uno más de los que sirvieron para llenar los vacíos de este espacio.



Te lo escribo aquí, porque aquí nació y aquí está muriendo.